REFLEXIÓN....

La negativa a ofrecer la Custodia Compartida sin acuerdo de los padres se basa en el principio de proteger al menor. ¿Cree usted que la custodia monoparental sin acuerdo le protege mejor?

domingo, 24 de agosto de 2008

La Vida es Bella

http://www.lavanguardia.es/lv24h2007/20080819/53522873211.html
CRISTINA TENAS ROSELL Palma de Mallorca 19/08/2008

En la película de referencia, Roberto Benigni nos presenta a un protagonista llamado Guido, padre y esposo, dispuesto a morir por la vida de quien ama, y con una suficiente fuerza física y emocional como para hacer ver a su pequeño hijo lo que era el campo de concentración nazi como un juego, igualmente así se muestran muchos padres en nuestra España "igualitaria" y "democrática" en la que los hombres son despojados tras el divorcio, de todo bien incluyendo el contacto con sus hijos, que no siempre el amor. Pues el amor va más allá, y no siempre es manipulable, aunque si lo son los recuerdos de la más tierna infancia. Padres que, en circunstancias ocasionalmente infrahumanas y en todo caso como meros visitadores quincenales de sus hijos, pretenden, para quitar hierro al asunto, mostrar a los nenes una realidad "igualitaria" que no es. Y mientras están inmersos en la más profunda de las depresiones, dificultades económicas y anímicas muestran a sus hijos un mundo en Technicolor que oculta el decaimiento y claroscuro que se apodera de ellos cuando retornan a su retoño a los brazos de su madre.

La eterna discusión sobre si la custodia debe o no ser compartida parece no tener fin. La negación de la manipulación de los menores a manos del progenitor custodio es idéntica a los que, volviendo a la magnífica obra de Benigni, niegan la existencia y evidencia del holocausto nazi.Pero la negación de la evidencia no da la razón por más que se empeñen gritando y manipulando las partes interesadas en ello. La razón solamente la da el tiempo. Y los niños, siempre hemos necesitado tener papá y mamá. Ánimo a todos los "Guidos" que desde su particular holocausto luchan por la superviviencia propia y la de la salud mental y emocional de sus pequeños.