REFLEXIÓN....

La negativa a ofrecer la Custodia Compartida sin acuerdo de los padres se basa en el principio de proteger al menor. ¿Cree usted que la custodia monoparental sin acuerdo le protege mejor?

sábado, 26 de abril de 2008

ROSA MONTERO. NOSOTRAS. El País, 20-03-2007

Según datos de la Fiscalía de Madrid, el año pasado se perpetraron en esta Comunidad 2.589 delitos de violencia cometidos por mujeres contra sus parejas: 698 por esposas, 547 por ex esposas, 587 por parejas de hecho y 757 por ex parejas. Es una cifra impresionante, aun teniendo en cuenta que algunos de estos delitos pueden estar basados en falsas acusaciones, pues no es raro que un maltratador denuncie a su víctima para protegerse. En cualquier caso, el monto de mujeres energúmenas vuelve a reafirmarme en mi desagrado ante la bienintencionada Ley de Violencia de Género. Una ley que sólo contempla a la mujer como víctima y al hombre como verdugo está fuera de la realidad, es discriminadora y por lo tanto sexista, y puede producir más males que beneficios, porque probablemente agrave el sentimiento de frustración y la agresividad de esa horda de machistas descerebrados que sólo saben solventar su inseguridad siendo violentos.

De hecho, en el último año he recibido varias cartas de lectores desesperados porque se sienten desprotegidos ante la ley. Hombres separados que no consiguen ver a sus hijos, o que dicen haber sido acusados de violencia falsamente. Lo cierto es que entre los abogados y los jueces se sabe que en algunas demandas de divorcio la esposa denuncia automáticamente por maltrato para estrujar al cónyuge. Y sin duda se sigue priorizando en exceso a la mujer a la hora de quedarse con los niños. Hace poco se le quitó la custodia de sus dos hijos a una madre que los explotaba como actores. La demanda la presentó una abogada y la sentencia la dictó una juez, y probablemente gracias a que el caso lo llevaron dos mujeres se consiguió salvar a los niños de ese abuso. Porque si hubieran sido hombres tal vez no se hubieran atrevido, o no hubieran querido abandonar la hipervaloración del derecho materno, que no es más que machismo, y que en vez de protegernos nos encadena al papel tradicional de mujer-madre. Sé bien que el horror constante de la violencia sexista, y el dolor atronador de tantísimas víctimas apaleadas, apuñaladas o quemadas vivas, nos obliga a exigir una respuesta social urgente. Pero no creo que discriminar a los hombres sea el camino.

martes, 22 de abril de 2008

Necesito su amor

El dia que nació mi nieta (mi primer regalo) fué el dia en el cual me sentí feliz,por ser abuela.
No puedo describir la emoción que sentí al verla,no me lo podia creer,era preciosa,y era MÌA ,bueno casi ,es de sus padres,pero yo por lo bajini me congratulaba del regalo que la vida me habia enviado.
Hice tantas conjeturas con su vida y la mia,pasearla ,leerle ,besarla ,darle toda mi vida si asi lo precisara .
Pero pronto me desperté de ese sueño,no tenia ni el año,y de repente estamos 7 meses si poder mirarla ni abrazarla...........Que pasa? Que he hecho yo ? Porqué se me PROHIBE estar con ELLA ..????
Pues solamente se abuela PATERNA, yo solo ,la amaba,mejor dicho la idolatraba era,ES una de las cosas mas grandes de mi vida y jamás entendí que se me pudiese separar de ELLA.
Jamás entenderé esa forma de hacer senténcia en la que nosotros los abuel@s PATERNOS no entramos ni en una sola línea.
Porqué un señor o señora de negro tiene la potestad de QUITARME DE SU VIDA . Yo no se si podré resistir tanta incomprensión y cada vez llevo peor no podre hablar con ella ni por teléfono.
Su último cumpleaños no quisiera mentir,pero mas de 50 llamadas para felicitarla, si fueron hechas,aunque no obtuve respuesta.
Se que cuando sea mayor,si vivo ,podré explicarle todo lo que estoy luchando para que las proximas generaciones,los abuelos PATERNOS podamos ir a buscar a nuestros nietos a los colegios como si se les permiten a los abuel@o MATERNOS.

Yo soy mujer ,madre,y abuela,estoy discriminada,pero para mi no existe número 0xx para expresar mi maltrato INSTITUCIONAL el cual estoy sufriéndo
La veo cada quince dias unas horas,y se lo debo a la generosidad de mi hijo que no soporta vernos sufrir,debo de agradecerle ese detalle,hay abuel@s que no tienen esa suerte
De todas formas,tenerla como nieta és uno de lo mejores regalos de mi vida..........Por eso la ADORO

Feminismo y Custodia Compartida

Feminismo y Custodia Compartida.Àssun Pérez y María Sanahuja.El Mundo, sábado 1 de diciembre de 2007. Catalunya.

La Ley de Divorcio de 2005 deja en manos de una parte la decisión de permitir a la otra participar en igualdad de condiciones en la crianza de los hijos comunes. Esto significa que hay una parte a la que el sistema reconoce el derecho de ser a la vez Juez y parte. Lógicamente este derecho de veto es tal porque la parte a la que le interesa que el Juez deniegue la custodia compartida suele ser la que se sabe "ganadora" de antemano, la que sabe que obtendrá la custodia en exclusiva por una razón de "género".En este punto es donde aparece, en relación con la custodia compartida, la cuestión feminista de una manera totalmente desenfocada. Paraece claro que durante la tramitación de la Ley de Divorcio de 2005 ciertos grupos de Presión, arrogándose la supuesta y exclusiva representación del sujeto colectivo "mujer", intervinieron en el debate con el claro propósito de impedir que las Cortes aprobaran una norma generosa con la custodia compartida (tal y como sí se había hecho en otros paises de nuestro entorno). El resultado fue el que tenemos: una norma con muchos errores, tanto desde el punto de vista jurídico y del Derecho, como desde el punto de vista sociológico y político.Sin embargo, ha habido voques que, desde "otro" feminismo, han expresado en tiempos recientes profundas discrepancias con los rígidos planteamientos de dichos grupos de presión oficiosamente feministas. En lo que se refiere a la custodia compartida nos parece que ha llegado el momento de renovar un debate demasiado lastrado por inercias y esptereotipos tan poco racionales como engañosos. Este es nuestro propósito, enfocar el tema de la custodia compartida, y su defensa, desde una óptica feminista.Lo que el modelo de la custodia compartida (o coparentalidad) propugna coincide con la vieja aspiración feminista: la participación igualitaria y equilibrada de ambos progenitores en la crianza de los hijos; esto es, la corresponsabilización de hombres y mujeres en la educación integral y en los cuidados primarios de los menores, algo que el modelo patriarcal precisamente establecía como un rol específicamente femenino y que, por tanto, quedaba vedado a los varones. Esto quiere decir que la filosofía de la custodia compartida es complementaria de lo que el feminismo auténtico pretendía: la liberación de la mujer de su destino supuestamente insoslayable, la maternidad, entendida como necesidad y diferencia natural en la que se cumpliría la única razón de ser y el sentido de la vida de toda mujer.Creemos firmemente que las feministas tenemos en este momento una gran responsabilidad en la transmisión del espíritu liberador del feminismo. A menudo se difunde en el entorno mediático la idea falaz de que el feminismo lucha (o debe luchar) a favor de los intereses de las mujeres. Creemos que esto no es así. Si el feminismo como movimiento teórico ha revisado las categorías del género (qué es "hombre" y qué es "mujer") y ha puesto el acento en su caracter cultural (y construido)para desmontarlas, no podemos reducir las expectativas de dicho movimiento a la sola obtención del poder por parte de las mujeres. La liberación de la mujer pasa necesariamente por la liberación masculina, una no es posible sin la otra. Las normas de género, los roles cuya transformación hay que fomentar, afectan tanto a mujeres como a varones, y muchos de ellos los sufren, de un modo u otro, como limitaciones arbitrarias al desarrollo de su propia libertad y el crecimiento y soste´n de su propia dignidad personal.En lo que toca a la custodia compartida, es inaceptable, desde esta óptica feminista, hacer depender su aplicación como regla, tal y como ocurre en la práctica en la actualidad, de la sola decisión o autorización de la mujer. Flaco favor se nos hace si seguimos concibiendo la crianza como un territorio preferentemente femenino por naturaleza. Si no facilitamos desde las instituciones la incorporación del varón a las funciones tradicionalmente femeninas ¿qué política de género estamos haciendo? ¿qué tipo de transformación social es la que estamos promoviendo? Las reglas de juego actuales no están resolviendo los problemas ni están dando respuesta a las aspiraciones vitales de muchos ciudadanos, no sólo varones, también muchas mujeres, que se ven así arrastradas por la espiral de roles prescrito por la tradición y paradójicamente retroalimentado por las instituciones. Por no mencionar el enorme sufrimiento que la mala resolución institucional de los conflictos familiares está generando a los menores. A nuestro entender se hace necesario una regla fuerte favorable a la custodia compartida, una nueva norma que garantice el derecho de los menores a las relaciones familiares estables e igualitarias, y también que garantice la libertad de las personas, sean mujeres u hombres, para desarrollar plenamente proyectos irrenunciables, entre ellos la filiación y la crianza, derecho-deber al que ningún padre ni madre tiene porqué renunciar, ni del que tampoco nadie, sin causa objetiva, razonable y demostrada, tiene porqué ser excluido.

Àssun Pérez Aicart es coordinadora de la Plataforma Feminista por la Custodia Compartida y María Sanahuja es juez decana de Barcelona.

CARTA DE PRESENTACIÓN DEL GRUPO

Somos un grupo de mujeres que creemos en la igualdad y somos conscientes del profundo cambio que la sociedad ha vivido. Por ello, creemos en la custodia compartida como la única fórmula de tratar con igualdad y justicia a ambos progenitores, y lo que es más importante, como la única solución que evita que los hijos sufran y sean utilizados como moneda de cambio.

Creemos en la custodia compartida por nuestras experiencias. Nuestra indignación se basa en hechos, y no en teorías. Somos madres, parejas, hermanas, hijas, amigas, tías, abuelas, etc. afectadas por unas leyes injustas, desfasadas y discriminatorias. La custodia monoparental nos afecta DIRECTAMENTE en nuestra vida diaria de forma negativa. Por eso no creemos en ella, salvo casos excepcionales.

Exigimos TOLERANCIA CERO hacia la utilización de los hijos en los procesos de divorcio.